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Después de mucho trabajo, el Colegio Calasanz Pamplona puede decir que, de nuevo, han restaurado el belén de Escolapios y lo abren al público durante las vacaciones navideñas.
El momento es muy propicio. Precisamente en el año de celebración del 400 aniversario del nacimiento de nuestra institución. Tenemos que agradecer al equipo que ha restaurado los artilugios antiguos que ideó el Padre Alejandro y que ha adaptado el belén al nuevo espacio que habíamos reservado en el Colegio Calasanz Escolapios, las muchas horas que ha dedicado y todo el esfuerzo realizado.
Se trata de otra oportunidad de encuentro de todos los que estamos vinculados a lo escolapio de una manera u otra en Pamplona. También de mostrarnos a la sociedad con algo representativo de lo que somos.
Durante estos días previos a la Navidad, lo hemos disfrutado en el colegio y a partir del día 22 a la tarde, lo abriremos al público: de 18,00 a 20,00 horas, todos los días de vacaciones (exceptuando los días 25, 1 y 5). ENTRADA LIBRE. Puerta de infantil, esquina Calle Leyre con Calle Olite.
UN POCO DE HISTORIA DEL BELÉN
El artífice fue un escolapio, Alejandro Pérez Altuna, un apasionado de las Matemáticas y de la Física. Una de las personas que también contribuyó a que en nuestro colegio dispongamos de unos laboratorios tan bien preparados y una inclinación muy positiva hacia las ciencias. Buen maestro y apasionado por la enseñanza.
El Padre Alejandro (1902-1980), montó el Belén de Escolapios que durante muchos años ha fascinado a niños y mayores. Todo empezó con poco: con el motor de un viejo despertador construyó un molino de viento; aprovechando la reflexión total de la luz en un vidrio, reprodujo el anuncio del ángel a los pastores (eran tan perfectas sus sucesivas apariciones y desapariciones en una época en la que no existían los medios audiovisuales actuales, que provocaba el mayor de los asombros).
Y de los motores de cuerda pasó a los motores eléctricos… El pescador que, por medio de una serie de mecanismos, pesca, deposita la pieza y vuelve a rastrear el río en busca de otra pieza. El mismo río es el resultado de una bomba de agua aplicada a una serie de canales, que, a su vez, sirven para conformar el estanque, donde un grupo de cisnes evolucionan en perfecto orden. Junto a ellos llama la atención la cuadriga romana (en realidad, “biga”) que recorre buena parte de la instalación, el labrador que cultiva su campo con la yunta de bueyes, la noria y el molino; el leñador partiendo un tronco…
Miles de horas de su tiempo de ocio tuvo que emplear Alejandro ideando y plasmando los elementos mecánicos, las ruedas dentadas, ejes, conmutadores, motorcitos eléctricos, etc.
Se instaló por primera vez en 1937, en los locales del colegio y, desde entonces, ininterrumpidamente, ha sido lugar de peregrinación y visita en las Navidades hasta la década de los 80. Entonces, pocos años después de su fallecimiento, fue la “Asociación de Belenistas” quienes expusieron y mantuvieron este Belén que hemos podido visitar durante tantos años en los locales de la Parroquia Cristo Rey.
En los últimos años, hemos hecho realidad el sueño de que este belén vuelva a nuestro colegio Calasanz Escolapios, en una nueva ubicación preparada en el pasillo de infantil, donde, de nuevo, lo podemos disfrutar las comunidades educativas de los colegios escolapios de esta ciudad: Compasión Escolapios y Calasanz Escolapios así como toda la ciudadanía de Pamplona.
